Curiosity Rover

"Nene, deja un hueco pá meter el radiocasette."

Hola yonkis de la astronomía y el espacio. Hoy toca un poco de cultura. Mañana, día 5 de Agosto, aterrizará en Marte el nuevo juguetito de la NASA, el Curiosity Rover (Mars Science Laboratory, formalmente).

Lanzado el pasado 26 de Noviembre, este "cochecito" de 930 kilogramos y 2,7 metros de largo, ha estado cruzando el sistema solar a la friolera de 20.277 kilómetros por hora camino del planeta rojo (Insertar chiste de comunistas aquí). Casi nada.


Los 7 minutos que transcurrirán entre su entrada en la atmósfera marciana hasta que tome tierra, será la parte más complicada de la misión y lo que más "acojona" a la gente de la NASA. Tanto es así que han bautizado esta franja de tiempo como "The seven minutes of terror". Un mínimo fallo durante la entrada, y a tomar viento los 2.500 millones de dólares que ha costado el artilugio.

En la NASA están tensos, más tensos que la faja de Falete. Uno de los motivos puede ser que el sistema de entrada no sea el habitual, el ya conocido sistema airbags, sino un sistema provisto "retropropulsores" que frenaran la entrada y descolgará al rover suavevente, como se muestra en la figura de la derecha.

Otro dato curioso es que a diferencia de sus predecesores, Spirit y Opportunity, su fuente de energía no se basa en los paneles solares, sino en un generador termoeléctrico de radioisótopos que, dicho en cristiano, no es más que un generador que produce electricidad a partir del calor liberado por la desintegración de ciertos elementos radioactivos (plutonio-238).

La duración de la misión está estipulada para 1 año marciano, es decir 1,88 años terrestres, aunque la experiencia con Spirit y Opportunity nos dice que podría superarse, ya que estos aguantaron unas 10 veces más tiempo que lo esperado.

Ahora me podéis llamar friki por hacer un post con esta temática, pero desde bien pequeño, cuando me quedaba embobado viendo el cielo nocturno, siempre me pareció flipante que el ser humano fuese capaz de hacer estas cosas, enviar y controlar un ingenio mecánico a millones de kilómetros de distancia.